jueves, 15 de mayo de 2014

Solo un número y una letra

                                                                                                  Foto: Manuel R. Sala
Hoy es la efemérides de aquel 15 de Mayo de 2011, día en que algo cambió en las mentes de mucha gente, independientemente de su adscripción ideológica. Ese día, que pasó a la posteridad con su forma abreviada en número y letra que tan bien entra en los titulares, se produjo un despertar de las conciencias que sigue vigente, activo y con iniciativas latentes y de surgimiento continuo. 

Es evidente que quienes afirmaban que el 15M había muerto, muchos de ellos tan solo unos meses después de su nacimiento, se equivocaban de plano. Muchos se equivocaron porque desde un principio infravaloraron el movimiento; esos son los que se decantaron por el cómodo nihilismo del 'no se puede hacer nada, los que manejan el sistema no van a moverse de sus sillones aunque millones llenen la calle'. Otros se equivocaron porque, a pesar de verlo positivo y necesario y de incluso participar en él en los momentos de apogeo de las plazas, no entendieron su esencia, plasmada en un lema mil veces repetido entonces: "Hay que ir despacio porque vamos lejos". 

Hoy, tercer aniversario del 15M, sólo hay que afinar un poco la vista y el sentido común para observar que 15M es solo un número y una letra. Que lo que en 2011 fue el 15M hoy es mil siglas más que agrupan a miles de personas trabajando por el prójimo. El 15M son los abogados de 15MPaRato que tratan de depurar las responsabilidades de la estafa sistematizada de las preferentes de Bankia y la ruina de Caja Madrid. El 15M son las Plataformas de Afectados por la Hipoteca (las encomiables PAHs) y Stop-Desahucios, que han evitado que muchas familias se vean en las fauces de la puta calle por confiar en los lobos con piel de cordero de las sucursales bancarias. El 15M son los yayoflautas que dan lecciones de dignidad a golpe de silbato, dedicando sus cada vez más exiguos esfuerzos a tratar de dejar una sociedad mejor y más solidaria a las generaciones futuras. 

Esquema de la evolución del 15M