miércoles, 9 de abril de 2014

Los pasos de la dignidad (IV)


“No podemos dejar que tiren al suelo los derechos que se habían conseguido”

Estos pies, procedentes de Valencia, se unieron a la columna del Mediterráneo en Tarancón. Les hubiera gustado haber hecho la marcha desde el inicio, pero las clases en la universidad y los exámenes no se lo permitieron. Aún así han querido formar parte de los pasos que han unido a miles de personas por una reivindicación común: la dignidad. La persona, de 24 años, que camina con estos pies tiene claro el motivo por el que se calzó unas zapatillas, cargó su mochila y se unió en la ciudad conquense a las cientos de personas que días antes salieron desde Murcia, Alicante y Valencia con destino a Madrid. “Están recortando todos los derechos sociales, están dejando a la gente en la calle, no podemos dejar que tiren al suelo todo lo que se hizo para conseguir esos derechos y libertades”, comentaba mientras se hidrataba los pies con una crema.


Eran las ocho de la mañana y faltaban unos minutos para que la columna del Mediterráneo iniciara la penúltima etapa. Estaban a 39 kilómetros de Madrid, a solo una decena de kilómetros de que sus reivindicaciones, que venían difundiendo por todos los municipios, se unieran al altavoz que cientos de miles de personas formaron al grito de dignidad y no a los recortes. 

La mochila estaba preparada, solo faltaba guardar la crema que estaba utilizando para su hidratación. “Vinieron dos masajistas y un enfermero para apoyar y contribuir, y una de ellas se pidió la tarde libre en el trabajo para solidarizarse”, ponía como un ejemplo de solidaridad de las personas de los municipios a los que llegaban. 


Tras preguntarle si pertenecía a algún movimiento social o asociación, respondió de forma escueta, directa y tan solo citando las siglas. Forma parte de las bases de un partido político pero con su actitud denotaba su intención de resaltar que estaba allí por una cuestión de lucha y reivindicación común y no bajo ninguna formación política. Estos pies han andado decenas de kilómetros portando la bandera en defensa de los derechos sociales. No solo lo ha hecho por ella. “Tenemos que estar aquí también por las que no han venido” añadía. Son uno de los cientos de pies que conformaron la columna del Mediterráneo y de los cientos de miles que marcharon por las calles de Madrid exigiendo dignidad.